Ángel Iñigo Pérez (hijo) incorpora al Zoológico de Piedra obras que expresan la vida del campesino.
Guantánamo. La vida de nuestros campesinos, y especialmente su relación con los animales domésticos, es una arista que el artista Ángel Iñigo Pérez (hijo) está incorporando al Zoológico de Piedra, único conjunto escultórico de su tipo en el mundo, declarado en 1985 Patrimonio Cultural de la Nación.
Así lo refleja una gigantesca escultura realizada sobre una roca caliza, de aproximadamente tres metros de alto por cinco de ancho, que representa el paso de un arriero con sus mulos de carga en el instante en que estos son atacados por un perro.
La pieza coloca al hombre de campo en el centro del conjunto, pero sin deslindarse de su interacción con los animales, explicó a este diario el tallador nacido allí en 1967, y que sigue el legado de su padre Ángel Iñigo Blanco, de 73 años, fundador del Zoológico de Piedra el 21 de diciembre de 1977.
En aquel sitio de impresionante belleza natural se exhiben 426 piezas del reino animal, de todas las latitudes, tamaños y formas, además de figuras de la cultura aborigen y muestras de la interacción de esclavos africanos que convirtieron los parajes de Yateras en la zona de mayor número de palenques en Cuba.
Pese a estar alejado unos 20 kilómetros de la capital provincial, el museo de los animales de piedra recibió en los últimos cinco años a más de 50 000 visitantes nacionales y extranjeros, quienes han apreciado la riqueza artístico-conceptual de esas obras, nacidas del talento de los Iñigo, hombres de campo sin formación académica.
Aquella área intramontana, de unos dos kilómetros de extensión, profusa en rocas calizas de diversos tamaños, deviene inspiración comunitaria cada año cuando acoge el evento Talladores de las piedras, que entre otras creaciones exhibe la de niños integrantes del círculo de interés local sobre el arte de esculpir rocas.( Lisván Lescaille Durand)
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