Las luchadoras cubanas iniciaron su andar hace poco tiempo, pero han aportado buenas noticias, y dentro de unos días tendrán otra, de esas capaces de marcar el clásico "antes y después".
Ese comienzo, vamos a recordarlo, sucedió unas semanas antes de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Cartagena 2006, apoyadas en una alianza estratégica con el judo, la cual, incluso, llegó a reportar medallas, con dos de oro, una de plata y una de bronce. Luego pararon hasta el 2007: bronce muy meritorio de Liset Echevarría en los Juegos Panamericanos de Río.
Y ahora, el próximo 18 de enero, en Santiago de Cuba¼ ¡competirán por primera vez en un Campeonato Nacional!
Se espera la presencia de unas 60 muchachas, provenientes de 12 provincias, y en el grupo, claro está, se encuentran las 10 chicas de la preselección nacional, divididas en cuatro capitalinas, dos santiagueras, y una por otras cuatro zonas: Holguín, Cienfuegos, Sancti Spíritus y Pinar del Río.
Los imaginarios reflectores estarán dirigidos esta vez hacia Echevarría (división de los 72 kg), la sureña Cándida de Armas (67, plata en el panamericano de este deporte en San Salvador’07, y discutió presea en Río), así como a la capitalina Idirmis Acea (55, bronce hace dos años en los Juegos del ALBA).
"Han avanzado mucho desde el 2007. Queremos insertarnos en competencias. Aspiramos en este ciclo a mejorar nuestros rendimientos, pese a que en nuestro país se trata de una disciplina incipiente. Necesitamos más atletas en la práctica masiva", indicó el entrenador Rodolfo Alfonso ("Poppy").
"La lucha, como deporte, va a aumentar su potencialidad con la entrada de la femenina. Hemos logrado una familia", nos dice mientras señala —tras finalizado un entrenamiento— hacia el grupo, formado en círculo y conversando animadamente.
"Y las muchachas hasta tienen un lema: Ganar es un deber, perder no tiene justificación. Todas para una y una para todas."
Buen lema, aunque, por supuesto, no siempre se podrá triunfar¼
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