miércoles, 25 de marzo de 2009

La heroica defensa de Sumbe

A 25 años de un hecho histórico nuestro pueblo no olvida a los caídos

Pedro Etcheverry Vázquez y Juan Castillo Vázquez

El domingo 25 de marzo de 1984, en la costera ciudad de Sumbe, capital de la provincia de Kwanza Sul, a unos 400 kilómetros de Luanda, en la República Popular de Angola, un grupo de maestros, constructores y médicos cubanos, junto a combatientes angolanos, rechazaron heroicamente un intenso ataque sorpresivo de fuerzas de la agrupación contrarrevolucionaria y terrorista Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA).

Foto tomada en julio del 2008. Hace 25 años la ciudad que se ve al fondo estaba escasamente poblada con casas de adobe y guano.

La dirección central de la UNITA se proponía dar un golpe contra un objetivo donde no existieran fuerzas regulares de defensa, que influyera en el curso ulterior de la guerra, al tomar por vez primera una importante capital provincial relativamente cerca de Luanda, secuestrar un significativo número de rehenes entre colaboradores civiles de distintas nacionalidades y dirigentes locales, para trasladarlos a la base principal en Jamba, manipular la opinión pública internacional y ejercer presión sobre el gobierno de Angola.

Al diseñar su plan de ataque a Sumbe, la UNITA no supo valorar la empatía lograda en Kwanza Sul entre la dirección angolana y la colaboración civil cubana. Esta estrecha coordinación permitió constituir el Comando Unificado de Defensa (CUD), que bajo el mando del comisario provincial José Francisco Ramos da Cruz, integró todas las fuerzas bajo un plan general único para garantizar la protección de la ciudad.

Monumento a los mártires angolanos y cubanos caídos heroicamente en la defensa de sumbe.

Las fuerzas de la UNITA comenzaron disparando fuego concentrado de morteros sobre la ciudad durante algo más de una hora, con el propósito de aterrorizar a la población e intimidar a las fuerzas defensoras, para propiciar la rápida rendición de la plaza. Alrededor de las cinco de la madrugada iniciaron el asalto con más de 3 000 efectivos, cuya fuerza principal a la ofensiva estaba integrada por los batallones 517, Quinto Congreso y Bate Cubano, pertrechados con fusiles automáticos, morteros, lanzacohetes antitanques y granadas antipersonales.

A pesar de que los atacantes tenían a su favor el factor sorpresa, el predominio numérico y un mayor poder de fuego, algo más de 150 cooperantes civiles cubanos, portando fusiles AKM, G-3 y M-52 y subametralladoras PPSH, junto a unos 350 angolanos de la Policía, la Seguridad y las Milicias populares, se atrincheraron en tres posiciones diferentes: el grupo encabezado por el comisario José Francisco Ramos da Cruz y Filiberto Arteaga Pérez, jefe de la misión civil cubana, en los alrededores del Comité Provincial del MPLA; otro grupo en la Jefatura Provincial de la Policía desde donde se dominaba la margen norte del río Cambongo, dirigido por su jefe el mayor Víctor Acunha; y un tercer grupo en los exteriores de la Iglesia y el Palacio del Gobernador, próximos a la playa, bajo el mando del teniente coronel del MININT Juan Castillo Vázquez (Roger), asesor principal del Ministerio de Seguridad en esa provincia. Un pequeño grupo de médicos cubanos se dedicó a curar los heridos.

Alrededor de las nueve y treinta de la mañana, después de más de cuatro horas de enfrentamientos, las fuerzas de la UNITA habían conseguido penetrar en unas tres cuartas partes de la ciudad y tomar el aeropuerto, pero no lograban quebrar los tres puntos de resistencia donde se encontraban los cubanos que continuaban batiéndose heroicamente. En esas difíciles circunstancias, cerca de las diez de la mañana, varios aviones caza Mig-21 y helicópteros MI-8, de la Misión Militar Cubana en Angola, contraatacaron las posiciones de la UNITA, lo que obligó a sus efectivos a huir en desbandada, dejando abandonados más de 150 muertos y cargando decenas de heridos. Posteriormente una fuerza de la Brigada de Desembarco y Asalto (BDA), compuesta por angolanos y cubanos, les cortaron la retirada.

En la defensa de Sumbe cayeron en combate los constructores Julio Cifuentes Roque, Osvaldo Sagarra Jaca, Reynaldo Almaguer Silva y Gabriel Almaral García, y también Héctor Alfredo Pineda Zaldívar, Alfredo Guillot Pozo y Lázaro A. Molina López, profesores del Contingente Educacional Frank País. Otros 7 maestros y 14 constructores resultaron heridos. Durante la persecución de las fuerzas enemigas perdieron la vida el subteniente Juan Carlos Aguiar Rizo y el soldado Roberto Gobín Sánchez, de la BDA.

Al conmemorar este nuevo aniversario está vigente el espíritu de lucha y resistencia de nuestro pueblo, que hace 25 años pusieron de manifiesto los colaboradores civiles cubanos en Sumbe, quienes supieron defender aquel pedazo de tierra angolana como su propia patria, ocasionándoles una derrota de alcance estratégico a las bandas fantoches de la UNITA al servicio del imperialismo. Este hecho heroico y el recuerdo de los compañeros caídos quedaron grabados para siempre en nuestras banderas de combate.

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