El mercado laboral sigue deteriorándose de forma imparable en Estados Unidos, donde el sector privado eliminó 250 000 puestos en noviembre, confirmando que la primera economía mundial entró en la fase más brutal de la recesión.
El Libro Beige de la FED estadounidense constata que en octubre-noviembre "la actividad económica en general se debilitó en todos los distritos de la Reserva Federal desde el último informe".
Pese a una nueva jornada colmada de noticias que presagian una recesión cada vez más difícil de atajar, las bolsas aguantaron el miércoles, con tímidas alzas en Europa y EE.UU.
Entretanto, los precios del petróleo continuaron bajando en Nueva York, cayendo al nivel de febrero del 2005, en un mercado dominado por la degradación de la demanda y que ignoró el sorpresivo descenso de las reservas estadounidenses.
En el New York Mercantile Exchange el barril de West Texas Intermediate para entrega en enero terminó en 46,79 dólares, en baja de 17 centavos con relación al cierre del martes. En Londres, por su parte, el barril de Brent del Mar del Norte cerró en 45,44 dólares, al igual que la víspera.
Al mismo tiempo, la Casa Blanca se mostró abierta a la idea de una ayuda a los fabricantes de automotores que vaya más allá de los 25 000 millones de dólares, mientras General Motors (GM), Chrysler y Ford piden hasta 34 000 millones de dólares de rescate para escapar a la quiebra.
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