Por: María del Carmen Fuentes / Televisión Camagüey.
Cuando hoy, 10 de abril, en horas de la tarde, se conmemore en sesión solemne de la Asamblea Municipal del Poder Popular en Guáimaro, el 140 aniversario de la Primera Constitución de la República en Armas, revivirán con igual fuerza y dignidad los artículos de esta Carta Magna Cubana.
Como aquel histórico día de 1869, los delegados del órgano de Gobierno Municipal, en el más oriental de los territorios agramontinos, se pronunciarán por la unidad del pueblo como principal arma para lograr la consolidación del sistema político socialista. Un momento muy especial en el que serán testigos otra vez del sentimiento patrio, sitios emblemáticos como el Museo Municipal, casona donde sólo unos meses después de iniciada la gesta independentista se celebró la Asamblea Constituyente.
Allí se realizó la primera elección de la naciente democracia y Céspedes fue votado Presidente de la República en Armas. También las mujeres criollas se alzaron por primera vez, representadas por una camagüeyana valerosa, Ana Batancourt, para defender sus derechos. La emancipación de la mujer y su disposición a participar en la gesta que iniciaba el pueblo, fueron demandadas con voz firme por esta patriota, el 14 de abril de 1869.
El Museo Municipal de ese oriental municipio cubano, fue emplazado en la antigua vivienda de José María García, quien la prestó para celebrar la Constituyente. Andar sus salas nos depara un encuentro privilegiado con la historia de Cuba. Allí conoceremos a hombres aparentemente olvidados como el poeta esclavo Antonio Frías, quien compuso el Soneto al 10 de abril, precisamente inspirado en la Asamblea.
En la misma se exponen las fotocopias de las actas de la sección de la Asamblea así como las fotos y constitución del gobierno de la República en Armas. Además se encumbra la figura de Ana Betancourt de Mora quien en sesión pública el 14 de abril pronunciara las palabras que la inmortalizan como defensora de los derechos de la mujer, partícipe además el 10 de mayo de 1969 del Incendio de la Ciudad, hecho que da fe del valor de sus moradores y la fidelidad en el proceso emancipador.
Ante la ofensiva española después de la firma de la Constitución de 1869 se hacia inminente la pérdida de la autoridad mambisa en el poblado, la decisión aunque dolorosa se hizo necesaria, el pueblo se convierte en antorcha conmovedoras palabras expresará Ana Betancourt describiendo los hechos, visión del dolor y el crujir de la ciudad en armas, de la cual Martí dijo que el fuego fue más alto y bello en la Casa de la Constitución.
El local se convirtió en Museo en 1982, luego de haber sido la escuela Salvador Cisneros Betancourt, en tiempos de la seudo república y Salón de Actos del Gobierno de Camaguey. Allí se firmó, además, la Constitución de 1940, de gran significación dentro de la tradición democrática cubana y el Museo conserva entre sus fondos la mesa sobre la cual se suscribió dicha Carta Magna.
Junto a esa institución se levanta el mausoleo donde descansan los restos de Ana Batancourt y su esposo Ignacio Mora, quienes fundaron en Guáimaro El Mambí, primer periódico de la República de Cuba en Armas. El monumento fue realizado por el escultor Enrique Angulo y el arquitecto Augusto Rivera.
Otros sitios de la ciudad también reservan remembranzas imprescindibles para reconstruir la memoria de aquellos años de cargas al machete que sembraron la semilla de la rebeldía en la mayor de las Antillas. En la Plaza pública se escuchó por última vez, durante la segunda toma de la ciudad, a la Banda de Música del segundo cuerpo del Ejército Libertador, conocida como la Charanga de Cebreco, por el nombre del General mambí que la dirigía. En ese sitio se estrenó el Himno a Masó, el 28 de octubre de 1896.
Por todo ello, en Guáimaro se respira esa herencia patriótica preservada y multiplicada por sus hijos de hoy. Ser la Cuna del Constitucionalismo Cubano le enorgullece para edificarla tan digna y soberana como se postuló aquel 10 de abril de 1869.
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