Por María del Carmen Fuentes / Televisión Camagüey
Los círculos infantiles, obra maestra de la heroína de la Revolución Vilma Espín Guillois, constituyen una entidad imprescindible para el buen desarrollo de las niñas y niños cubanos. Y es que sus salones ronda la maravilla. Allí, pequeñas y pequeños crecen, no solo en estatura, sobre todo en conocimientos y habilidades.
Acompañados de sus “seños” y de la fantasía se preparan para la vida y cultivan el espíritu, los valores. Viven una etapa, tal vez con los años no muy clara en la memoria, pero que de algún modo trasciende. De ahí que el valor de estas instituciones educacionales con 48 años de útil labor, se extienda también a los barrios y comunidades.
Por eso, para Miriam Arcaya Matos, Coordinadora de la Educación Preescolar en Camagüey, el aporte de los círculos en este sentido es vital, pues se convierten en centros capacitadores del personal que concreta el Programa Educa a tu Hijo en cada zona. Entre ellos, las federadas, los cederistas, el médico y la enfermera de la familia, los trabajadores sociales…
A través del mismo, 107 Consejos Populares camagüeyanos conocen del accionar de sus trabajadoras. Ellas, junto a los ejecutores voluntarios orientan a la familia sobre la educación de los niños que transitan la etapa preescolar sin los beneficios directos de los 64 círculos infantiles de la provincia.
Por ejemplo, en el círculo infantil “América Latina”, Tania Padrón, su directora, insiste en la importancia de este programa. “En todas nuestras actividades involucramos a los niños de la comunidad que no están en el círculo, y con ellos a sus padres, para proporcionarles instrucción sobre su alimentación, cuidado, preparación para la vida. En esos intercambios aprendemos todos y verdaderamente son muy útiles”.
Estas y otras muchas razones justifican la fiesta multiplicada este 10 de abril en cada uno de los círculos infantiles de Camagüey.
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