El especialista señaló que el régimen del presidente Barack Obama se enfrenta a una situación bastante definitiva en el cuadro mundial, pero agregó que tiene una oportunidad, y es ahora.
En un artículo intitulado Fin al bloqueo: demanda mundial, publicado hoy en El Siglo, Lagos recuerda que prácticamente todos los países del mundo, incluidas las principales potencias, se vienen pronunciando en forma explícita por el fin del bloqueo a Cuba.
Plantea que en ese pronunciamiento subyace el intento por reponer una forma de relaciones internacionales en las que se vuelva a respetar, por parte de Estados Unidos, la soberanía de los estados nacionales.
Y, asimismo, a lo menos limitar la intervención directa del imperio en cualquier país del mundo que, unilateralmente, los gobiernos de Estados Unidos consideran su enemigo y un peligro para su seguridad.
Es una forma de limitar la unipolaridad y restituir, en parte, el multilateralismo en las relaciones internacionales, agrega Lagos.
Subraya también que el término del bloqueo sin duda implicaría un precedente muy potente respecto de las relaciones políticas, económicas, comerciales y militares entre estados de simetrías muy distintas.
Tras recordar que en América no hay ningún país que no haya condenado el bloqueo o expresado su solidaridad con el pueblo cubano, opina que ese pronunciamiento colectivo dice No Más al tipo de relación-dominación que Estados Unidos ha instalado por décadas y décadas a los pueblos del continente.
Esta situación -concluye Lagos- es la que todos los gobiernos del continente piden se termine ahora.
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