Aunque las autoridades locales afirman que distribuyeron tiendas y alimentos a los damnificados, los residentes en la remota zona del este del país afirmaron que están pasando noches muy frías, bajo la amenaza de siete u ocho réplicas.
Hay cientos de familias que pasaron la noche fuera. Nuestros hijos se han enfermado y no hemos recibido la asistencia del Gobierno o de otros hasta el momento, dijo Del Agha, moradora de Mir Gadkhel, quien perdió a dos hijos.
El sismo de 5,5 grados de magnitud en la escala abierta de Richter, seguido horas más tarde por una réplica de 5,1 grados, causó la muerte a 19 personas y heridas a decenas en las aldeas enclavadas entre Jalalabad y la capital, Kabul.
Cerca de tres mil pobladores y decenas de viviendas resultaron afectadas.
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