Caminar de noche o simplemente sentarse a contemplar desde el malecón los encantos nocturnos del litoral habanero, resulta verdaderamente placentero. Y es que la vista nocturna de la ciudad capta la atención hasta del más ensimismado transeúnte.
Ese acogedor entorno pudiera verse afectado de mantenerse el sobre consumo energético experimentado por todo el país, y en especial por la capital en el primer cuatrimestre del actual año.
A 40 mil toneladas de combustible ascendió el gasto excesivo en la nación, equivalentes a cerca de 15 millones de dólares, despilfarro en el que el sector estatal inclinó negativamente la balanza a su favor.
De mantenerse esta tendencia en lo que queda de año, Cuba tendría que importar 225 mil toneladas adicionales de combustible para generar electricidad, cuestión harto difícil debido a la disminución de los ingresos en divisa, la difícil obtención de créditos externos debido a la crisis económica mundial, el bloqueo de Estados Unidos, y la pérdida de diez mil millones de pesos tras el embate de tres huracanes en el 2008.
Ante esta alarmante situación, la inmediata reducción de la demanda de electricidad en toda la Isla devino imprescindible y un grupo de acciones importantes, dirigidas al control y cumplimiento eficiente de los planes de consumo energético, tanto en el sector estatal como en el residencial, se han puesto en marcha, con especial seguimiento por parte de los especialistas de la Unión Eléctrica desde el pasado primero de junio.
Para ese entonces ya la voz de alerta había arrojado sus primeros dividendos, especialmente en la conciencia de las personas, y ya hoy resulta común transitar por las calles de la ciudad y ver como empresas, instalaciones comerciales y de los servicios y pueblo en general, están de “a lleno” implicados en el fenómeno del ahorro.
Tras el rastro de infractores
Reza un viejo refrán que en la vida no todo es color de rosa, y justamente la negligencia se apoderó de alrededor de un centenar de entidades capitalinas, las cuales por concepto de sobre gasto energético, sufrieron la retirada del servicio eléctrico al término de la semana anterior.
Luego de un minucioso análisis, el Consejo Energético de la provincia adoptó la medida de apagar a aquellos ineficientes que incumplan a no posean un adecuado plan de consumo.
Para tener una idea de la magnitud del fenómeno baste decir que el uso del aire acondicionado en la ciudad, representa el 70 por ciento del consumo energético en el sector estatal, de ahí la necesidad de cederle el camino a “puertas y ventanas abiertas”, especialmente en aquellos horarios donde el gasto se agudiza.
El establecimiento de planes fijos de consumo para cada municipio, y el minucioso seguimiento a los sancionados y posibles infractores por intermedio de inspecciones sorpresivas, se cuentan entre las medidas adoptadas de conjunto por el Consejo de la Administración Provincial y la Empresa Eléctrica, aún cuando todavía prevalecen manifestaciones de despilfarro, que imposibilitan el cumplimiento del plan asignado por la Unión Eléctrica a la capital.
Preciados Megawatts
Por el hecho de ser la mayor provincia cubana en materia de consumo de energía, la ciudad y todos sus habitantes están urgidos de cooperar para optimizar el ahorro de megawatts, lo cual se traduce en combustible.
Al decir de Inaudis Mora, director de la empresa eléctrica en el territorio, el plan del actual mes de junio asciende a 306 mil 210 megaWatt y para lograr su cumplimiento se necesita ahorrar diariamente 871 megaWatt por hora para poder cumplir con lo asignado, de ahí la necesidad de enfrentar condiciones severas pero necesarias, que a la postre contribuirán a evitar el “apagón”, el cual hasta la fecha no ha afectado al sector privado, a no ser por reparaciones en las redes eléctricas, aseveró el directivo.
También destacó otras acciones de urgencia como la desconexión de los frigoríficos entre siete y nueve de la noche, algo incumplido y que se precisa de hacerlo valer, por lo que representan dos horas de ahorro en el horario pico.
El sector residencial no está ajeno al fenómeno del ahorro, en especial aquellas personas involucradas en el fraude eléctrico, violación que hoy implica al 10 por ciento de las viviendas inspeccionadas en el país.
Con la llegada del verano los consumos hogareños tienden a elevarse y en manos de cada familia cubana estará el optimizar el uso de los equipos eléctricos de cocción, ventiladores y aires acondicionados, refrigeradores y luminarias, entre otros medios.
Para poder cumplir con los valores planificados y proteger en la medida de lo posible al sector residencial, Cuba debe lograr una reducción del 12 por ciento del consumo en el sector estatal durante el resto del año.
Según lo estipulado por la Unión Eléctrica, resulta imprescindible alcanzar una disminución diaria de 141 megawatts por hora como promedio, en el período comprendido entre el primero de junio y el 31 de diciembre.
A las provincias de Matanzas, La Habana y Ciudad de La Habana corresponde el 44 por ciento de la reducción demandada por el país.
Es únicamente la sociedad cubana quien debe contribuir a la exitosa aplicación de todas las medidas destinadas al uso racional de la electricidad con la intención no solo de evitar los apagones, sino de crear una cultura del ahorro tan necesaria para lograr una economía sostenible. (Por Harold Iglesias)
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