La cita se iniciará mañana en Ginebra, luego del acuerdo el viernes por todas las partes —incluida la representación estadounidense— de un proyecto de documento final.
Estoy sorprendida y profundamente desilusionada por la decisión de Estados Unidos de no asistir a la conferencia destinada a combatir el racismo, la xenofobia, la discriminación racial y otras formas de intolerancia en todo el mundo, declaró Pillay.
Un pronunciamiento divulgado en esta sede de la ONU señala, asimismo, que un grupo minoritario de países han permitido que uno o dos temas dominen su enfoque al debate en contra del racismo.
Esto ha provocado que se les brinde más atención a esos puntos que a las preocupaciones de numerosos grupos de personas que sufren el racismo y otras formas de intolerancia sobre bases cotidianas en todas partes del mundo, agregó.
A juicio de la Alta Comisionada, estos son temas realmente globales y es esencial que se discutan a nivel mundial, no importa cuán sensitivos y difíciles sean.
Pillay afirma que era posible haber vencido las dificultades aducidas por Estados Unidos, fundamentalmente la condena a la actuación de Israel contra los palestinos en los territorios ocupados.
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