La invasión mercenaria un 16 de abril de 1961 dejaba a los cubanos en pie de guerra tras el triunfo revolucionario. En menos de 72 horas el pueblo uniformado, al mando del líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro, derrotaría valientemente a los mercenarios imperialistas.
El triunfo de Playa Girón, constituyó una fragua de inquebrantables bastiones. Girón nos legó las milicias, el carácter socialista de la Revolución, la capacidad de poner en completa disposición combativa a un pueblo, el día de las Fuerzas antiaéreas y nos dio además, por derecho propio, el protagonismo de la primera Gran Derrota del Imperialismo en América Latina.
Los gloriosos sucesos de ese 19 de abril, nos dejaron también un saldo de víctimas que aún hoy, sentimos como esa llaga reticente que subyace y que el tiempo no ha sanado.
Sin embargo, a casi medio siglo de aquella gesta heroica, quedan más de 48 razones para seguir en pie de guerra, aprendiendo también de las victorias.
Como parte del proceso revolucionario, los camagüeyanos debemos avanzar, unidos como la plata a las raíces de los andes, en la batalla que hoy libramos por la completa recuperación tras los recientes huracanes, nuestras tropas populares aumentan el impulso en la producción de alimentos.
En su reciente artículo “Días que no pueden olvidarse”, el Comandante en Jefe abordaba los sucesos de 1961 y manifestó que nos gustaría contar con la garantía de que nunca se repetirá en nuestro hemisferio. Sin dudas, el único modo de evitar una guerra es preparándose para la defensa.
Los trabajadores agramontinos apoyan las reflexiones del compañero Fidel, y hacen de la diaria labor, una victoria de Girón, convencidos de que “trincheras de ideas, valen más que trincheras de piedras”.
Con esa acción, se logra que epopeyas como esas se vuelvan ejemplos latentes en las nuevas generaciones, pues “los hombres que olvidan su historia, están condenados a vivirla de nuevo”.
La voz de la Revolución se extiende hoy por toda la llanura camagüeyana y más allá, como descendiente enhiesta de los hijos de la patria, que un abril victorioso, ofrendaron sus vidas para mantener las conquistas alcanzadas, una expresión inquebrantable de que hoy, igual que ayer:
* Es la hora de gritar Revolución
Es la hora de tomarnos de las manos
Pues no habrá mejor promesa
Que cumplir con el deber
De saberse cada día
Más cubano.
* Fragmento de la canción Saberse cubano del cantautor Enrique Corona Rodríguez (Kiki Corona).
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