Juan Diego Nusa Peñalver
La crisis económica y financiera global no toca fondo a pesar de los masivos paquetes de rescate aplicados por las principales potencias capitalistas del planeta para relanzar la economía internacional.
Como nunca antes las malas noticias abruman a Estados Unidos, donde actualmente un total de 12,5 millones de norteamericanos se encuentran sin trabajo, el nivel más alto en los últimos 25 años.
Los analistas consideran que lo peor aún no ha pasado, como opina para la AIN el profesor brasileño Plínio de Arruda Sampaio Júnior, quien visitó recientemente la Isla.
Fundador y ex integrante del Partido de los Trabajadores de Brasil, Sampaio considera que se trata de una crisis estructural del sistema y de su patrón de desarrollo globalizado, el cual va a imponer cambios de gran envergadura en la sociedad. Asegura que la Humanidad vive un cambio de época.
Recuerda el autor del libro “Entre la Nación y la Barbarie”, estudio sobre los dilemas del capitalismo dependiente, que los momentos de crisis son periodos extraordinariamente politizados.
“Si el polo anticapitalista no logra transformar en fuerza política los sacrificios del pueblo a la aspiración a una vida mejor, el capitalismo restaurará sus condiciones de acumulación”, añade el entrevistado.
“Si yo tuviera que resumir este fenómeno mundial, sentencia, diría que la causa fundamental de la crisis actual es el descontrol del capital financiero, no solamente del mercado, sino también del capital industrial muy monopolizado.
“Todos estos factores hacen muy desigual la distribución del ingreso, unido a la brusca caída del consumo. El desastre está a la vista y hasta el momento no ha sido detenido”.
El profesor del Instituto de Economía de la Universidad de Campiñas (Unicamp) profundiza sus reflexiones: “la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) compiló los recursos que fueron transferidos para el rescate de los bancos y otras grandes empresas en los países industrializados hasta finales de octubre de 2008, que totalizó la fabulosa cifra de casi siete billones de dólares”.
Es un número tan grande, que significa más de dos Producto Interno Bruto (PIB) de toda la América Latina , subraya.
“El salvataje en varias naciones se ha realizado sin que se revolviera nada: más bien se agudizan la recesión y las malas noticias para los centros capitalistas mundiales, porque la lógica que presidió tal política no fue la del Estado arbitrando y buscando soluciones para las crisis, controlando el capital financiero y promoviendo reformas sociales para mejorar la capacidad de consumo de la sociedad.
“Nada de eso. Lo que pasó fue que el capital financiero presionó al Estado a comprar papeles 'tóxicos', 'podridos' (sin valor alguno) para evitar o aminorar sus pérdidas.
“Lo único que evadió fue el colapso espectacular de los mercados, pero no tocó todavía ningún problema estructural de la crisis.
“El resultado fue que prolongaron y empujaron el problema para más adelante”, afirma rotundo.
Sampaio, convencido de que América Latina ya está afectada por este cataclismo del capital por sus estrechos vínculos comerciales, financieros y productivos con la economía internacional, considera que existen alternativas para un mundo mejor.
“Soy de opinión de que esta crisis repone la urgencia y la posibilidad del socialismo en el mundo.” (Por Juan Diego Nusa Peñalver)
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