General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente del Consejo de Estado y de Ministros,
Compañero Ricardo Alarcón de Quesada, Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular,
Distinguidos invitados,
Compañeras y compañeros diputados:
En el año 2009, se mantuvo la política de bloqueo y hostilidad económica del gobierno de Estados Unidos, que ha provocado enormes daños a nuestra economía.
Por otra parte, la crisis financiera internacional, agudizada desde el mes de septiembre del 2008, tuvo su mayor despliegue en el último trimestre de dicho año y los primeros meses del 2009, extendiéndose a la economía real y pasando a convertirse en una crisis económica generalizada, al declararse en recesión las principales economías desarrolladas.
Los estimados sobre el comportamiento de la economía mundial para el año 2009, indican un decrecimiento global de la producción y del comercio internacional, fundamentalmente en las economías desarrolladas y en América Latina y el Caribe.
En ese contexto, la economía cubana tendrá un crecimiento de 1,4 por ciento; inferior al 6 por ciento inicialmente planificado sobre premisas más favorables que las que finalmente resultaron.
Desde finales del pasado año, se observó una marcada desaceleración en el flujo de los ingresos en divisas con los que se preveía contar y derivado de ello, se presentaron dificultades para cumplir los compromisos de pagos externos contraídos. Esta situación creó dificultades para acceder a fuentes de financiamiento.
Sin embargo, el plan de inversiones estaba dirigido, fundamentalmente hacia objetivos que no generaban ingresos en divisas a corto plazo, necesarios en el contexto antes señalado; a lo que se unían elevados gastos en la esfera social que el país no estaba en condiciones reales de asimilar.
Transcurridos los primeros meses de este año la situación se hizo más compleja. En enero el precio del níquel en el mercado mundial se cotizaba por debajo de los 10 mil dólares la tonelada, en tanto en el Plan se habían previsto 12 mil dólares, además por diversas razones ya se preveía que no se alcanzaría el plan de producción. Por otra parte los pronósticos en cuanto a ingresos del turismo se quedaban muy por debajo de lo planificado, y los ingresos por otros servicios externos se reducían por ajustes de precios según los mecanismos compensatorios que regulan esas transacciones.
A partir de este escenario, el Gobierno aprobó el ajuste del Plan 2009, a los efectos de sortear en lo posible las dificultades que se generaban.
Se indicó lograr una mayor racionalidad e integralidad del proceso inversionista, priorizando aquellos objetivos que en el corto plazo propiciaran la generación de ingresos y sustituyeran importaciones, así como un uso más eficiente de los recursos de que se disponía.
Con el ajuste se logró cierta adecuación de los objetivos del Plan a las condiciones existentes, aunque resultó insuficiente ante la evolución de los acontecimientos, indicándose proceder a un nuevo ajuste, en el que se tuvo en cuenta la revisión de la totalidad de los gastos previstos; disminución de los inventarios, en atención a los ciclos de rotación, expresándose ello en una reducción de importaciones y de compras en plaza; se ajustó la divisa asignada centralmente para las diferentes actividades, bajo el principio de no gastar más de lo permisible por los ingresos previstos y se realizó una revisión de las inversiones para su posible posposición a partir de su nivel de aseguramiento.
Este segundo ajuste, significó una reducción planificada del crecimiento del Producto Interno Bruto hasta el entorno del 1,7 por ciento.
El resultado finalmente alcanzado, de 1,4 por ciento de crecimiento del Producto Interno Bruto, se expresa en un crecimiento del sector agropecuario del 4,5 por ciento, del transporte del 4,6 por ciento y la esfera de los servicios, del 4 por ciento; en tanto la industria decrece un 2 por ciento y el comercio no crece.
En el año, los ocupados en la economía se incrementan 2,5 por ciento con relación al 2008, fundamentalmente en la actividad presupuestada. La tasa de desocupación resulta 1,7 por ciento.
El salario medio mensual crece un 2,9 por ciento y pasa de 415 pesos en el 2008 a 427 pesos en el presente año.
La productividad del trabajo decrece 1,1 por ciento con respecto al año anterior. Una de las causas principales de la baja productividad existente y que además es uno de los aspectos de mayor relevancia que la economía debe enfrentar en el próximo año, es el subempleo y el exceso de plantillas en la mayoría de las actividades del país.
La liquidez acumulada en manos de la población decrece ligeramente (0,1 por ciento), mientras el índice de precios al consumidor decrece 3,3 por ciento en pesos cubanos y crece ligeramente (1,4 por ciento) en pesos convertibles. Este comportamiento evidencia la estabilidad alcanzada en las finanzas internas, lo que respalda la decisión adoptada de incrementar los salarios, a partir del mes de septiembre al sector de educación, como reconocimiento a la labor que realizan los educadores.
En correspondencia con los ajustes efectuados, las inversiones disminuyen respecto a los niveles ejecutados en el año 2008 un 16 por ciento. Los programas sociales se ajustaron, concentrándose los recursos en las obras ya iniciadas para su terminación.
Las exportaciones de bienes y servicios decrecen un 22,9 por ciento con relación a la ejecución del 2008 y las importaciones de bienes y servicios disminuyen un 37,4 por ciento. En ambos casos, influye la reducción de precios en el mercado internacional, aunque en el caso de las importaciones, hay también una reducción en los volúmenes físicos como resultado de los ajustes efectuados al plan.
Los resultados obtenidos, son meritorios en un contexto muy complejo, pues se logró ajustar los objetivos del Plan, manteniendo la estabilidad necesaria, al tiempo que se establecieron los principios para encauzar el funcionamiento de la economía hacia la solución del problema más inmediato, que es la tensa situación financiera en divisas. Es necesario destacar que esto se logra en medio del proceso de recuperación de los cuantiosos daños causados a la economía por el paso de tres huracanes de gran intensidad que azotaron la isla en el 2008.
Esos resultados también ponen en evidencia que existen aún reservas para el incremento de la producción y la eficiencia económica y que será necesario en el año 2010 trabajar con intensidad y disciplina para lograr potenciar al máximo esas reservas internas de eficiencia, por cuanto se prevé que las condiciones externas continuarán siendo muy difíciles.
El Plan 2010 ha sido elaborado partiendo de los siguientes lineamientos:
· no incurrir en gastos en divisas por un monto superior al de los ingresos;
· considerar los inventarios como fuente del Plan;
· limitar las nuevas inversiones en lo fundamental a aquellas que generen ingresos en divisas a corto plazo y sustituyan importaciones;
· dar prioridad a las producciones que generen ingresos por exportaciones;
· reducir los gastos de la esfera social, pues la economía no soporta sus cuantiosos montos.
En correspondencia con lo indicado en los Lineamientos para la elaboración del Plan, el volumen del gasto en divisas contemplado, resulta inferior a los ingresos con que el país prevé contar.
No obstante, los compromisos financieros existentes determinan que la situación sea muy tensa, por lo que se han iniciado negociaciones para la reprogramación de deudas con algunos países y proveedores, a los efectos de garantizar el cumplimiento de los pagos en condiciones más favorables y el firme compromiso de cumplir nuestras obligaciones en condiciones realistas y ajustadas a las posibilidades de la economía.
Para garantizar los ingresos externos en las difíciles condiciones en que está operando la economía, se han aprobado o están en proceso de aprobación esquemas cerrados de financiamiento en divisas que se extenderán en la medida que sea necesario y posible. De esta forma producciones que constituyen rubros importantes de exportación, podrán disponer del financiamiento necesario oportunamente, no subordinado a otras prioridades. Tal es el caso de níquel, biotecnología, turismo, combustibles, aviación, telecomunicaciones, ron y tabaco. Están en proceso de estudio y aprobación varios esquemas más.
Se estima un ahorro de aproximadamente 235 millones de dólares por concepto de sustitución de importaciones, que aún resulta insuficiente, de acuerdo con las necesidades existentes y las potencialidades que tiene el país. Se continúa trabajando para incrementar producciones en adición a las consideradas en el Plan, con destino al balance de alimentos, utilizando como fuente de financiamiento los montos que se liberen de importaciones de estos renglones. Se preparan esquemas de financiamiento para lograr este objetivo.
En la producción de alimentos será importante la ejecución del programa de la agricultura suburbana, que se desarrollará aprovechando intensivamente las tierras que rodean las ciudades y pueblos, hasta una distancia que permita que en ellas laboren sus habitantes, con el menor gasto posible de combustibles y el amplio uso de recursos locales.
El consumo de combustibles se prevé a un nivel similar al del actual año, fundamentalmente por la disminución del empleado en la generación de electricidad, así como por el avance del reordenamiento de las cargas en el transporte nacional, quedando reservas de eficiencia que deberán incorporarse en el transcurso del año. El plan de combustibles y energía eléctrica aprobado será administrado por cada jefe de organismo y presidentes de CAP, que deberán garantizar que la ejecución del año no exceda los límites del plan.
El plan considera un mejoramiento de la eficiencia del proceso inversionista, y el crecimiento de las inversiones, estimado en un 11,6 por ciento, se concentra, en lo fundamental, en el sector energético, la industria farmacéutica, la industria del níquel, el turismo, y en obras de infraestructura, tanto asociadas a la actividad productiva como social.
Será necesaria una mayor disciplina por parte de los inversionistas y constructores, así como un mayor rigor en la preparación de las inversiones; no podrán iniciarse inversiones que no tengan definidas las fuentes de financiamiento o no estén contempladas en el plan. Las inversiones en la esfera productiva deberán amortizarse a partir de los ingresos o ahorros que generen.
En el plan elaborado no se logra revertir la desfavorable correlación entre el comportamiento del salario medio y la productividad, cuyo bajo crecimiento se debe en gran parte al incremento de trabajadores principalmente en la esfera no productiva. Por ello, la problemática del empleo en general es objeto de estudio por parte del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, con la participación del resto de los organismos de la administración central del Estado, en la búsqueda de alternativas que propicien una mayor eficiencia.
Se han iniciado experimentos y se trabaja en otros, para aligerar la carga al Estado en algunos servicios que se prestan.
De acuerdo con lo antes expuesto, el Producto Interno Bruto, a precios constantes, se espera crezca un 1,9 por ciento en el 2010, ligeramente superior al de este año. Si bien este crecimiento resulta discreto, se corresponde con el entorno previsible en que ha de desenvolverse la economía, donde el factor incertidumbre continuará estando presente, obligando a una constante vigilancia; especialmente lo vinculado con la obtención de financiamiento externo, que de no lograrse, pudiera afectar los supuestos que se han utilizado para la elaboración del Plan, obligando a revisar los objetivos del mismo.
La información sobre las metas para las principales actividades está recogida en el informe circulado a los Diputados.
El Plan 2010, cuyos Lineamientos se someten a la consideración de la Asamblea Nacional del Poder Popular, fue emitido el pasado 23 de noviembre y el 2 de diciembre las instrucciones para su desagregación por los Organismos y Consejos de la Administraciones Provinciales hacia las empresas y demás entidades económicas, a los fines de garantizar que éstas puedan disponer de su Plan desde el comienzo del próximo año.
Un aspecto de gran importancia en el trabajo de planificación de la economía durante el 2009 lo constituyó el trabajo realizado para el Ejercicio Estratégico Bastión 2009. En el mismo se puntualizó cómo garantizar los abastecimientos esenciales a la población y la continuidad y vitalidad del funcionamiento económico del país en medio de una situación excepcional. Como conclusión quedó claramente definida la importancia de continuar trabajando por perfeccionar nuestra economía y elevar su eficiencia, como sustento imprescindible de la defensa del país. A partir de esta experiencia fueron definidos lineamientos de trabajo dirigidos a ello, que deben formar parte del proceso de elaboración de los planes a anuales y a mediano plazos.
Por otra parte, la compleja situación económica internacional y sus implicaciones para la economía cubana, unido a los trabajos que demanda la realización del próximo Congreso del PCC, hacen necesario contar con una visión perspectiva de las posibilidades de desarrollo del país a mediano plazo.
En el mes de noviembre se analizó una proyección preliminar en el Consejo de Ministros y se emitieron los lineamientos para la elaboración de una proyección para el período 2011-2015 que debe quedar concluida en el primer trimestre del próximo año, con la participación de todos los organismos de la administración central del Estado y los Consejos de Administración Provinciales.
En cuanto a la actividad presupuestada, la ejecución del Presupuesto del Estado en el 2009 presenta un déficit de 3 mil 15 millones 700 mil pesos, inferior en 826 millones al establecido en la Ley, resultado del proceso de análisis efectuado con los órganos y organismos en el primer semestre del año, para reducir los gastos, en correspondencia con los ajustes efectuados al plan de la economía.
Este déficit representa el 4,8 por ciento del PIB, favorable al compararlo con el año anterior que fue del 6,7 por ciento.
Se estima el cumplimiento de los ingresos y gastos totales que estaban previstos en el Presupuesto aprobado, lo que ha sido posible en lo que a los gastos concierne por la aplicación de la facultad distributiva otorgada, empleada para cubrir insuficiencias de recursos en unos sectores a partir de inejecuciones logradas en otros.
Aún en estas circunstancias, ha sido necesario respaldar decisiones importantes que se han adoptado en el transcurso del año, tales como: el incremento de la compra de arroz, frijoles y otros productos agropecuarios a precios diferenciados para sustituir importaciones, adquisición de medicamentos de última generación e incremento de precios de algunos de ellos, y las demandas de la lucha antivectorial en niveles superiores a los previstos, entre otras.
No es ocioso manifestar que en la ejecución presupuestaria están presentes deficiencias en sus mecanismos de control, que no han propiciado una eficiente y eficaz utilización de los recursos financieros administrados por los órganos y organismos del Estado, lo que hubiera permitido, de no haber sido así, contar con fuentes adicionales para financiar impostergables actividades que el país demanda.
Estos han sido los principales elementos que caracterizan la ejecución del Presupuesto del Estado en el presente año.
Compañeras y compañeros:
El Anteproyecto del Presupuesto del Estado para el 2010 puesto a consideración de ustedes para su aprobación, ha sido previamente analizado en las distintas comisiones de trabajo que integran esta Asamblea, recibiendo los diputados la información desglosada en detalle, de los diferentes conceptos de ingresos y gastos que se proponen.
Ello posibilita limitarnos a una explicación más general del proyecto que se presenta, que incluye el resultado obtenido por la aplicación de las medidas para la reducción del déficit fiscal, esencialmente: la conversión de un grupo de unidades presupuestadas en empresas, la disminución del 3,5 por ciento de los gastos corrientes de la actividad presupuestada, la minoración del subsidio por pérdidas planificado y el no financiamiento de las inversiones materiales de la actividad empresarial, las que deberán ser ejecutadas mediante créditos bancarios, entre otras.
Se planifican ingresos netos por 43 mil 65 millones de pesos, que representan una disminución del 1,2 por ciento en relación a los obtenidos el presente año, originado en lo fundamental por haberse concluido prácticamente el programa de sustitución de los efectos electrodomésticos altos consumidores de energía.
El total de gastos planificados asciende a 45 mil 268 millones de pesos, representando una disminución de un 2,9 por ciento en relación al estimado de cierre del 2009.
Para el financiamiento de los gastos corrientes de la actividad presupuestada se destinan 33 mil 20 millones de pesos, cifra inferior en 9 millones de pesos al estimado para el presente año.
Este presupuesto supone una administración estricta de los recursos monetarios puestos a disposición de los órganos y organismos, donde la capacidad de previsión y prioridad de sus directivos estará permanentemente sometida a prueba. Ahora más que nunca, es imprescindible utilizar solo el recurso de que se dispone, abandonando la nociva práctica que ha imperado en muchas administraciones de realizar el gasto y luego gestionar su financiamiento.
Se destinan, para el sistema empresarial 7 mil 151 millones de pesos, cifra que implica una reducción de 311 millones de pesos en relación al estimado de este año.
Para el mantenimiento de la venta a la población de los productos de la canasta familiar normada, a precios inferiores al costo de producción y venta, se destinan mil 980 millones de pesos.
Se incluyen otras transferencias destinadas a respaldar la sustitución de importaciones, estimular la producción agropecuaria y otras decisiones estatales que generan gastos en las empresas y habría que respaldarlos.
Se ha decidido que los órganos y organismos del Estado cuenten con enmarcamientos en los recursos financieros que dispondrán por concepto de subsidios y transferencias para su sector empresarial, los que serán entregados para su administración por los jefes de organismos sin excederse del límite aprobado a cada uno.
El proceso inversionista que será financiado por el Presupuesto del Estado, asciende a 3 mil 237 millones de pesos, lo que representa una disminución del 33 por ciento en relación al estimado de este año, básicamente por la decisión de que las inversiones de la actividad empresarial deberán ser financiadas fundamentalmente mediante crédito bancario.
Al igual que años anteriores, se ha planificado una provisión para enfrentar posibles desastres naturales ascendente a 200 millones de pesos, así como otras reservas, las que en el proceso de ejecución presupuestaria podrían incrementarse a partir de los ahorros que podamos lograr mediante el uso óptimo y racional de los recursos de que disponemos.
El balance de ingresos y gastos estimado para el año 2010 refleja un déficit de 2 mil 202 millones 600 mil pesos, representando el 3,5 por ciento del Producto Interno Bruto planificado para el año.
Compañeras y compañeros diputados:
Ha sido un año de mucho trabajo y esfuerzo de nuestro pueblo para sortear las adversas condiciones que se presentaron y lograr mantener un modesto crecimiento de nuestra economía. Muchas fueron las ta-reas desarrolladas en el ámbito económico, que requirieron gran esfuerzo y consagración de trabajadores, dirigentes y cuadros a todos los niveles.
El reto para el 2010 no es menor. Las condiciones previsibles demandarán mayor esfuerzo y dedicación. Ese es el compromiso que se requiere de nuestros trabajadores, dirigentes y cuadros para hacer avanzar nuestra economía y preservar las conquistas de la Revolución.
Estamos seguros que sabremos estar a la altura de lo que se demanda de nosotros y que cumpliremos con nuestro Comandante en Jefe, con el General de Ejército Raúl Castro Ruz y con nuestro Partido.
Muchas gracias.
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