lunes, 21 de diciembre de 2009

Después de nosotros, muchos más querrán venir

Kool and The Gang en la Tribuna Antimperialista José Martí

Pedro de la Hoz
cultura@granma.cip.cu

Foto: Otmaro RodríguezRobert Bell, Bobby, o mejor dicho Kool, afirmó convencido que "después de nosotros, muchos más (músicos norteamericanos) querrán venir a Cuba".

Pocas horas antes del concierto de ayer, el líder fundador de Kool and The Gang se encontró con la prensa nacional y extranjera en el hemiciclo de Museo Nacional de Bellas Artes.

"La música puede ayudar a que se acorten las brechas entre nuestros dos pueblos", dijo Kool, quien restó importancia a la reacción de los elementos recalcitrantes en el Sur de la Florida que hace poco mostraron su talante fascistoide con motivo del concierto Paz sin Fronteras.

Junto a él, George Brown, baterista del famoso conjunto, expresó que "cualquier diferencia que exista entre los pueblos de América se va a ir poco a poco eliminando gracias a la música y la amistad".

Los integrantes de la banda anticiparon que harían "una fiesta" en el Malecón habanero. El público que se congregó en la Tribuna Antimperialista José Martí en horas de la tarde no salió defraudado. Kool and The Gang desató su poderío funky y sus mejores virtudes melódicas para alternar una tanda de temas bailables y baladas en la que no faltaron piezas de antología.

"Seguimos amándolos", rezaba una pancarta visible en medio de la multitud, enarbolada por una admiradora que cantó Celebration como si fuera una canción propia. Pero también había mucha gente joven, abierta al influjo de una música contagiosa e interpretada con todas las de la ley.

La pandilla de Kool reciprocó la recepción cálida del público cubano mediante la entrega de uno de sus tantos discos de oro, recibido por el viceministro de Cultura, Abel Acosta, para engrosar los fondos del Museo Nacional de la Música.

A una pregunta de Granma, Kool recordó a su padre. "Él era boxeador profesional y peleó en Cuba en los años cincuenta. Fue amigo de Thelonius Monk y de Miles Davis y creyó en mi vocación musical. Lo que somos hoy, se lo debo en buena medida a él".

El trombonista Clifford Adams manifestó sentirse influido "por la música afrocubana, desde que recibí sus fundamentos de Dizzy Gillespie, quien la conocía muy bien. Nos gusta la rumba, la manera que ustedes tienen de hacer el jazz latino, y por supuesto, Irakere". En correspondencia con esa afinidad, acogieron al trompetista cubano Alexander Abreu en medio de la ejecución de Open Sesamo.

"Creemos en la espiritualidad, en la paz, en la convivencia. Esos son nuestros valores", reveló Bobby Bell. "Hace rato queríamos estar en Cuba y aquí estamos".

No hay comentarios: