LA PAZ, 3 de abril (PL).— El presidente boliviano, Evo Morales, rechazó hoy la decisión del G-20 de entregar 750 mil millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI) para paliar la crisis financiera global.
La medida salida de la Cumbre de Londres, Reino Unido, por el Grupo de los 20 es como pedir al lobo que cuide a las ovejas, advirtió en una conferencia de prensa celebrada en el Palacio de Gobierno.
De acuerdo con el jefe de Estado, esos recursos son sólo parte de la especulación del sistema capitalista, el único responsable -afirmó- de los actuales problemas económicos del mundo.
Hay euforia en el FMI y en naciones ricas porque lograron imponer su objetivo de inyectar más plata al capital especulativo, aseguró a Prensa Latina.
Para Morales, muchas irregularidades rodean la agenda y las propuestas del G-20.
En primer lugar, correspondería a todos los países analizar en un foro las soluciones anticrisis, en vez de venir precisamente de los culpables del fenómeno, señaló.
Según el mandatario, otra cuestión incomprensible es la entrega de dinero a una entidad desacreditada como el FMI, empeñada en dictar a los pueblos condicionamientos insostenibles.
El planeta necesita una nueva organización, o al menos la ocurrencia de una verdadera transformación en el FMI y en el Banco Mundial, apuntó.
Además del cambio en tales instrumentos, urge acabar con el libre mercado y la especulación financiera, males generados por el capitalismo, dijo.
Morales saludó la postura de los gobiernos de Brasil, Argentina y México, por sus demandas de cambios en el orden económico internacional.
También reconoció el interés mostrado por Francia y Alemania de combatir los llamados paraísos fiscales, naciones que brindan excesivas y perjudiciales facilidades tributarias.
En la londinense Cumbre del G-20, realizada la víspera, participaron Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia (integrantes del G-8), junto a Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, China, India, Indonesia, México, Suráfrica, Surcorea, Turquía y la Unión Europea.
España, Países Bajos y la República Checa acudieron como invitados a un foro sacudido por protestas contra el capitalismo, las cuales dejaron un muerto y más de un centenar de detenidos.
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