Rafael Pérez Valdés
Estaban disputando la primera medalla de oro en los III Juegos Deportivos del ALBA. Y esa característica especial, en cualquier cita multideportiva, siempre dispara los resortes del interés.
Ocurrió en el clavados, específicamente en la prueba masculina del trampolín de tres metros, en el Complejo de Piscinas Baraguá (La Habana del Este).
Había nueve competidores; pero entre ellos dos parecían con más posibilidades. Uno era el matancero Jorge Betancourt, bien conocido en múltiples escenarios internacionales. Otro, el pinareño Jorge Luis Pupo, quien en ocasiones anteriores ya lo había derrotado. Un motivo adicional, esa rivalidad, además de estarse disputando la primera medalla, hizo que esa porfía viniera "caliente".
La clasificatoria dejó a Pupo feliz, con su primer lugar, gracias a un acumulado de 420.15. Y tras ella, Betancourt quedó ya preocupado: finalizó tercero (409.35), detrás, incluso, del santiaguero Víctor Manuel Toranzo (411.20).
Los presentes estaban disfrutando el espectáculo¼
Entonces llegó la decisión, el reparto de las preseas: Pupo (435.55, bien alejado del resto), Betancourt (410.80), el camagüeyano Deinet Castellanos (377.75). En cuarto ancló el venezolano Emilio Colmenares (374.00).
La felicidad de Jorge Luis Pupo estaba sumamente justificada¼
Hoy, a partir de las 11:00 a.m., habrá el sincronizado masculino desde el trampolín de tres metros, y la plataforma femenina.
Algo a favor de los clavadistas: en las ediciones anteriores, así como en las Olimpiadas del Deporte Cubano, también han dado espectáculo.
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