A la cabeza de los esfuerzos prohibitivos aparece la representante demócrata Eleanor Holmes, quien recomendó a sus colegas revisar las normativas reguladoras a la luz de los funestos incidentes.
Entre el 10 de marzo y el 5 de abril, un total de 53 personas han muerto en este país en homicidios masivos perpetrados por sujetos con armas de fuego, subrayó Holmes.
Tras expresar sus condolencias a familiares de las víctimas, la congresista por el Distrito de Columbia señaló que urge modificar leyes locales para hacer a ciudades norteamericanas menos abiertas a la violencia civil.
Por primera vez —agregó—, los líderes de ambas cámaras parlamentarias deben observar muy seriamente el conjunto de legislaciones sobre armas actualmente vigentes en Estados Unidos.
Este fin de semana, luego de descubrir que su esposa lo engañaba, un hombre mató a tiros a sus cinco hijos y luego se suicidó en la localidad de Graham, Washington. También el sábado un sujeto armado acribilló a tres policías que atendieron una llamada por una disputa doméstica en el sector de Stanton Heights, en Pennsylvania.
Y antes, el viernes, un inmigrante de origen vietnamita irrumpió en un centro de atención a extranjeros en Binghamton, Nueva York, mató a 13 personas e hirió a otras 12 antes de quitarse la vida.
Se estima que Estados Unidos es la nación con mayor número de armas en manos privadas: 60 millones de personas y un arsenal combinado de 200 millones de pistolas, rifles o escopetas.
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