En rueda de prensa al término de la sexta jornada de la Conferencia de las Partes (COP15) que tiene lugar en esta capital, De Boer admitió con cierta resignación que si no existiera un documento vinculante se pudiera lograr a mediados o fines de 2010.
La COP15 que más bien parece concentrar sus expectativas para el segmento de alto nivel del 17 y 18 de diciembre, convirtió al palacio de los congresos del Bella Center aquí en un escenario de discordias e intercambio de críticas.
Miles de personas presionan, como demuestran las manifestaciones en todo el mundo para pedir una solución al cambio climático, comentó al referirse a las protestas de hoy en muchos países para exigir un acuerdo en la capital danesa.
Se necesitará la buena voluntad y el trabajo de los ministros de Medio Ambiente, quienes prepararán el texto definitivo para la firma de los 120 jefes de Estado y de Gobierno, o sus representantes, como colofón de la cita cimera.
La presidenta de la COP15, la danesa Connie Hedegaard, se mostró más entusiasmada y calificó de muy productiva la jornada de consultas entre las delegaciones, con retos y problemas por resolver.
Sin embargo, ninguno de los dos mencionó la demanda que mantiene el Grupo de los 77 (G77), que agrupa a la mayoría de los países en vías de desarrollo más China, con el bloque de los ricos ante la falta de compromisos para financiar los proyectos.
El G77 dejó en claro que ni la Unión Europea ni mucho menos Estados Unidos responden con el sentido de responsabilidad necesario en torno al calentamiento global de la atmósfera, y tratan el asunto con resquemores y dudas.
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