Por:Alejandro Rodríguez
Camagüey, 21 ene (AIN) El trabajo de reproducción y cría de ejemplares genéticos de equinos, a partir de la atención y cuidados de animales pura sangre, se desarrolla por La Empresa para la Protección de la Flora y la Fauna de Camagüey.
Varias instalaciones en la provincia laboran con ese objetivo, como el Rancho San Vicente, en el municipio de Jimaguayú, el mayor de Cuba en la cría de caballos de la raza Árabe, el San José, en Sibanicú, La Amelita, en Guáimaro y el de La Belén, en Najasa.
El sitio digital de Radio Cadena Agramonte precisa que en los pastizales y cuadras de estas fincas se atiende el desarrollo de diversas razas, como la Árabe, Patibarcino, Morgan, Criollo de Trote, Pinto Cubano, Apaluza y Pony.
En la actualidad, suman miles los ejemplares de estos animales de alto valor genético, destinados fundamentalmente a la preservación de las razas, su multiplicación y en un futuro a su comercialización dentro y fuera del país.
La dedicación de sus trabajadores sobresale en la atención a los ejemplares, sobre todo a los sementales, caballos de muy alto valor en el mercado, pero que en Cuba están destinados a preservar las especies equinas.
Entre los animales pura sangre, con los cuales se trabaja en esta rama de la ganadería, están el caballo Rompe Viento, único semental en el país de la raza Morgan; Monte Rey, el padre de los Criollos en Cuba, ya con 30 años, y Marajá, hijo de Rohara Renuir, uno de los ejemplares Árabe más renombrado nacionalmente.
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