El Jardín Botánico de Cienfuegos, en el homónino centro-sureño territorio cubano, cuenta con numerosas rarezas entre las mil 400 especies que atesora ese vergel, considerado el más antiguo de Cuba y situado a unos 260 kilómetros de la capital del país.
Árboles que semejan figuras o al parecer disponen de rasgos o atributos humanos, llaman la atención de los visitantes, quienes recorren las 97 hectáreas para apreciar la flora cubana y el exótico lugar.
Uno de esos ejemplares crece muy cerca de la vía de acceso al interior del arboretum. Se trata de una Anacahuita nacida allí en 1939, que con el paso del tiempo desarrolló dos protuberancias en forma de senos femeninos.
De la planta en cuestión nacen dos fuertes ramas que parecen sostener en alto la cabellera enmarañada de esa fémina vegetal.
Un poco más allá se alza vigoroso un júcaro (Terminalia arjuna) nacido en ese propio año. A primera vista no llama la atención, mas al alzar la mirada, se puede ver otra protuberancia en forma de órgano sexual masculino.
Además de tales curiosidades, el Jardín posee otras no menos atractivas, como aquel árbol Pata de Elefante, cuyas raíces se hunden en la tierra como dedos de ese aquidermo.
También está el Árbol que Camina, un ficus de múltiples lianas, las cuales penetran en el suelo y da vigor a nuevas ramas, incluso en su avance paulatino ya debieron cortarle varios de sus "pies" pues afectaba la carretera interna del vergel.
La Trampa de Mono, el árbol de la Salchicha y el del Agua son otros de los ejemplares que ningún guía dejaría de mencionar a los turistas nacionales y extranjeros durante el recorrido por el arboretum.
Y como si fuera poco, y para completar los visos eróticos de la naturaleza, allí puede admirarse al coco de las Maldivas (Loidocea maldivica), cuya estructura semeja los glúteos de una mujer.(Onelia Chaveco,AIN)
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