Por:Lucilo Tejera Díaz
El segundo semestre del 2008 será inolvidable para las actuales generaciones de pobladores de Camagüey por el impacto de dos potentes huracanes y la forma decidida en que se enfrentaron los cuantiosos daños materiales, aunque sin lamentar la pérdida de vidas humanas.
En la noche del ocho de septiembre, poco más de una semana después de que el meteoro Gustav se ensañara con la Isla de la Juventud y Pinar del Río, el "Ike" entró por el oriente de la provincia de Camagüey tras golpear a Holguín y Las Tunas, y siete horas más tarde salió por el sudoeste al Mar Caribe.
Transcurridos dos meses, el "Paloma" penetró violentamente por el sur del territorio, pero enseguida comenzó a debilitarse y a dejar abundante lluvia. Sin embargo, ocasionó un mar de surgencia en Santa Cruz del Sur y dañó unas 500 viviendas de pescadores residentes en el litoral. Más de cinco mil casas resultaron afectadas en todo el municipio en esa ocasión.
En menos de tres meses Cuba tuvo pérdidas valoradas en más de 10 mil millones de dólares, y Camagüey reportó una parte considerable de ellas.
Tras el paso de Ike, el ocho de septiembre, de inmediato comenzaron a arribar recursos de la reserva del Estado, aparte de donaciones de diversos países y organizaciones, acción que se ha mantenido.
Las principales afectación se registraron el la red de servicio eléctrico y telefónico y en el fondo habitacional.
"Ike" perjudicó más de 100 mil casas las que sumadas a las de "Paloma" y otros eventos meteorológicos anteriores, como severas inundaciones en la ciudad de Camagüey, llegaron a la cifra de 118 mil 641, desde destruidas hasta parcialmente afectadas.
También sufrieron los embates por encima de las dos mil instalaciones, sobre todo educacionales, de la salud y comerciales, sin incluir las de las esferas agropecuaria y azucarera.
De la actividad económica quizás la avicultura sufrió el mayor golpe con la pérdida del 18 por ciento de las aves en producción de huevos, y el 15 por ciento de las del reemplazo, además de decenas de naves destruidas o desmanteladas.
Este sector representa, sin embargo, el botón de muestra de la recuperación en la esfera económica, y en este momento acumula más de 65 millones de huevos, alrededor del 60 por ciento del plan anual.
Los trabajadores de la rama se propusieron acortar los plazos para recobrar niveles de producción cercanos a los compromisos y casi lo consiguen plenamente.
Fue rápida la recuperación de cultivos intensivos en huertos y organopónicos, pero en el caso de las viandas (plátano, yuca, boniato, malanga y otros) diversos problemas afrontados ocasionaron que Camaguey siga recibiendo aportes de otros territorios del país en estos rubros agrícolas.
Con el apoyo de personal de varias provincias, las interrupciones eléctricas y de las comunicaciones se solucionaron en unos días, al igual que el servicio de abastecimiento de agua potable.
Aún sin recuperarse completamente, Camagüey avanzó desde el golpe del "Paloma" y pronostica incrementos importantes en las producciones de leche, carne de cerdo, número de ejemplares de ganado menor, pesca acuícola y marina, entre otros frentes de la economía.
Un año después del impacto del "Ike", Camagüey recuperó el 45 por ciento de las viviendas dañadas, muchas de ellas construidas totalmente, y sigue trabajando en la rehabilitación y edificación.
El tema de mayor peso sigue siendo el de la vivienda, pero los trabajos no se detienen y cada día se terminan inmuebles o se empiezan las reparaciones con recursos que fluyen con regularidad.
Cuando empezó el actual curso escolar, de las 643 escuelas afectadas por los huracanes sólo 131 todavía no habían sido totalmente reparadas, aunque el calendario docente se inició en el universo de instalaciones en la provincia.
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