Venezuela está liderando a nivel mundial una propuesta socialista y democrática muy particular, declaró a JR el ministro del Poder Popular para la Cultura, Héctor Soto
Por: Agnerys Rodríguez Gavilán
CARACAS, Venezuela.— Los trabajadores y funcionarios de la Cultura venezolana están en la calle. A cada rato se les ve, en la toma del Metro, en plazas públicas, en las parroquias, en los barrios, bien cerca del pueblo, regalando piruetas, poesía, cantos y bailes, no solo para alegrar la vida de la gente, sino, y muy especialmente, para mostrar su apoyo al «Sí» a la Enmienda Constitucional.
Héctor Soto, ministro del Poder Popular para la Cultura de Venezuela.
¿Por qué los hombres y las mujeres de la Cultura apoyarían la opción del «Sí»?, le preguntamos a Héctor Soto, titular del ramo en la hermana República Bolivariana de Venezuela, y su respuesta fue breve y contundente. «Porque sin Revolución no habría Cultura».
Ya se han pronunciado todas las manifestaciones, agregó. La gente del teatro, la danza, el circo, la música, el cine, los escritores, la Misión Cultura y los grupos emergentes, entre otros, se han movilizado a favor de la Enmienda. «Lo hacen con el firme propósito de garantizar la continuidad del proyecto socialista que estamos construyendo, junto al líder de la Revolución, Comandante Hugo Chávez», apunta.
JR dialogó con el Ministro del Poder Popular para la Cultura, al término del homenaje que cubanos y venezolanos le tributaron aquí al Apóstol José Martí, en ocasión del aniversario 156 de su natalicio.
Los trabajadores del sector, explicó, se organizaron en comités por el «Sí» y emprenden varias actividades para difundir las razones de por qué aprobar la Enmienda Constitucional. La Misión Cultura tiene más de 1 700 comités por la aprobación de la propuesta en todo el territorio nacional.
De tal suerte, creadores de distintas regiones de Venezuela, se han regado por todos los sitios, echando mano de sus atuendos, de sus «armas» para transmitir ideas, argumentos, a los vecinos de las parroquias, comunidades o barrios.
Los escritores —abundó el Ministro— han celebrado encuentros y foros en nuestros barrios, para exponer sus razones del por qué apoyan la Enmienda y rebatir las opiniones de los sectores oposicionistas. Es la actuación de todos para explicar la importancia de aprobar la ampliación del derecho a la postulación continua de los cargos de elección popular.
Interrogado por el creciente apoyo de representantes de la intelectualidad mundial, Soto consideró que ese acompañamiento es el resultado de la estruendosa caída del pensamiento neoliberal y la toma de conciencia de que sí existen alternativas para construir una nueva sociedad.
«Aquel pensamiento que se nos trató de imponer después de la caída de la Unión Soviética, de decirle al mundo que no había otra alternativa, sino la del capitalismo industrial, porque el sueño del socialismo había muerto, se desmoronó. Ahora, esa ideología, ese sistema de pensamiento, está sufriendo una crisis terrible y tremenda».
Téngase en cuenta —apuntó— que la economía real representa apenas un tercio de la economía especulativa, es decir, el 63 por ciento del presunto dinero que circula por las bolsas y la Internet, no existe como economía real. Entonces, el neoliberalismo se quedó sin argumentos, ya no se puede hablar de esa fulana globalización ni del libre mercado.
«Ahora estamos hablando de integración y complementariedad, de economía productiva efectiva, y eso ha despertado a la intelectualidad mundial, la ha movilizado a favor de los procesos transformadores que tienen lugar en nuestros países, colocándola a la vanguardia en el debate sobre las alternativas, y haciéndola comprender que el socialismo no ha muerto».
En esos nuevos escenarios, precisó, Venezuela está liderando a nivel mundial una propuesta socialista y democrática muy particular, un proyecto de país que procura la inclusión social, la participación y la igualdad de oportunidades para todos. Estamos construyendo un camino propio. Esa es la razón por la cual los intelectuales del mundo nos apoyan en esta batalla por el «Sí» a la Enmienda.
Toda la Cultura está con la Revolución —concluyó— porque la Revolución como proceso transformador de las maneras de pensar y hacer, centrada en lo humano, en mejorar la espiritualidad y el bienestar del pueblo, es un hecho cultural sin precedentes y, si no es así, entonces no es Revolución.
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