El Doctor Críspulo Herrera Medina, uno de los especialistas cubanos involucrados en la singular experiencia, explicó a este diario que inicialmente se caracterizaron los estilos de aprendizaje de los educandos asiáticos, en los que se dan la mano una instrucción que privilegia las cuestiones gramaticales y una cultura fuertemente arraigada, y a partir de ahí se diseñaron los programas.
La estrategia criolla, según el destacado profesor, comprende un sistema de acciones interactivas que pone a los estudiantes en situaciones comunicativas diversas. Así, además de mejorar su producción lingüística, los alumnos se adentran en la cultura y realidad cubanas.
En función de adecuarse cada vez más a los intereses de los educandos, la estrategia buscó asimismo el apoyo de especialistas en Logopedia, a fin de corregir la articulación de fonemas que no existen en la lengua china, como la rr, y otros que en Español se pronuncian en el mismo sitio, con una oposición de sordez-sonoridad como k y g; t y d, y p y b, todos de difícil pronunciación para los estudiantes.
El método cubano, alternativa ante la inexistencia de una experiencia anterior en la preparación de un grupo tan numeroso de asiáticos, demostró su eficacia en la instrucción del primer grupo de estos alumnos que llegaron a Cuba, los que hoy son capaces de desempeñarse con éxito en las carreras que cursan en universidades cubanas.
Estas experiencias, precisó Herrera Medina, se generalizan hoy entre los profesores encargados de la preparación de los nuevos grupos de estudiantes que se adentran en el aprendizaje del Español en el país.
La estrategia cubana para la efectiva enseñanza de nuestro idioma a estudiantes chinos fue presentada en el XI Simposio Internacional de Comunicación Social, clausurado este viernes aquí, después de cuatro jornadas de intercambio académico.
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