Por : Moraima Borges Mariscal / Televisión Camagüey
Fidel en la escalinata junto a los estudiantes universitarios cubanos
Fidel no imaginó volver a las escalinatas de La Universidad de La Habana, confiesa el líder ante los estudiantes que lo acompañaron esta mañana para verlo nuevamente vislumbrar el futuro de la patria y la humanidad. Estuvo ahí, nuevamente, abrazado por el Alma Mater quien fuera maternal testigo de la consolidación de su pensamiento progresista y revolucionario cuando el mundo ya sentía sobre sí la aplastante bota del imperialismo yanki.
Volvió Fidel al alto centro de estudio. Sus ideas han ilustrado en estos cincuenta años a las nuevas generaciones de intelectuales en cuyas manos están la consecución de las nuevas batallas; hoy prefirió comparecer con la fuerza de su verbo para volver a insistir en la necesidad de la Paz del mundo y la responsabilidad de todos los hombres y mujeres en propiciar que reine sin sobresaltos o a expensa de las decisiones y caprichos de hombres poderosos y malévolos.
Somos parte del mundo de colores y armonía natural, explica Fidel a sus jóvenes espectadores; las manos y las voces de todos los hombres y mujeres del mundo tendrán que seguir oponiéndose a la realidad de las guerras ya sean nucleares o convencionales. La única alternativa de creación ha de ser el desarrollo de las propias fuerzas productivas.
Una batalla más por la paz y la justicia mundial realizó el comandante y guía de la Revolución Cubana, está vez sumó consigo a los cientos de estudiantes universitarios de Cuba que junto a él, en la escalinata o frente al televisor en otros regiones del país, aplaudieron sus ideas para ser también cómplices y soldados en las causas justas y nobles de la humanidad.
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