Quizá no tenga el talento de Leopoldo Fernández, Bernabé, Chaflán o Cantinflas, pero Ángel García sabe, como ellos, ganarse el aplauso y la admiración del público.Desde que Alberto Luberta lo bautizara, en el portal de Radio Progreso, como “Antolín, el Pichón” este guajiro de Manacas ha sabido beber de la savia cubana y lo demostró en la Plaza Primero de Mayo, del Vertientes camagüeyano.
“Saludos a toda la gente de Vertientes, hace cuatro años que no venía aquí y les traigo un humor transparente, muy cubano”, dijo Antolín, que agradeció los comentarios en torno a su programa “No quiero llanto”, un show televisivo que se transmitió en el verano y que estará de nuevo en la parrilla de programación del próximo año.
“Se trata de un programa de tres horas que estamos preparando para el fin de año, con salida al aire de 12:00 a 3:00 de la madrugada. Este acuerdo con la Televisión Nacional también incluye diez programas más de No quiero llanto para el verano 2011”
Sin “aguaje”
Argelio García, Chaflán, fue precisamente quien le hizo una audición a Ángel García en la Santa Clara de finales de los años 80. A este y otros grandes de la escena cubana el guajiro de Manacas les tiene mucho respeto.
En la plaza de Vertientes no dejó de recordar aquel ritual de decir una media mentira con el sombrero puesto y una verdad a medias sin el sombrero, tal y como hizo Chaflán en sus tiempos.
Sabemos que ya Antolín tiene una autoestima consolidada, que se sustenta en haber trabajado con grandes del humor cubano. ¿Cuál es la fórmula?
“Hay que trabajar mucho. Es una carrera de resistencia. Ya llevo más de dos décadas. Me siento estimulado con este país, la gente me quiere y yo no puedo defraudarlos. Hay que echar pa´ lante”
El humorista comenzó su espectáculo convocando un grupo de niños, con los cuales cantó su éxito “Con medio peso” y en las postrimerías estrenó la guaracha “Tiene que haber de todo”, de Tony Ávila, tema de una nueva propuesta televisiva.
“Mira como está la Plaza. Sin ningún tipo de ´aguaje´ hay orquestas que no llenan espacios como este”, aseguró el humorista, minutos antes de trasladarse para las Fiestas Populares de Sibanicú, y dejarle a los vertientinos la certeza de que Antolín es un Pichón que siempre regresa.
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