Los dominicanos fueron a dormir anoche algo más tranquilos al disminuir la amenaza presentada por el huracán Earl, categoría 4 en la escala Saffir-Simpson (de 5), que azotó ayer a Puerto Rico y a islas de las Antillas Menores.
No obstante, la Oficina Nacional de Meteorología (ONAMET) aconsejó tomar medidas de prevención contra fuertes lluvias que pudieran afectar la costa noroeste en la provincia de Santiago de los Caballeros, la segunda en importancia del país.
El meteoro, que se prevé alcance la máxima potencia en las próximas horas, ha obligado a que instituciones como la Cruz Roja y la Defensa Civil exhortaran a los moradores en la cercanía de ríos, arroyos y cañadas, mantenerse alerta ante cualquier aviso de las autoridades.
Asimismo recomendaron a la población en sentido general a activar el plan de emergencia, mediante la limpieza de patios, podas de árboles y todo lo que pueda obstaculizar el libre desplazamiento del agua.
ONAMET dijo que las lluvias asociadas al huracán podrán sentirse en las próximas 48 horas en gran parte del territorio. La alerta de Meteorología abarcaba desde la Romana hasta Cabo Engaño y desde allí hasta Samaná y recordó a la población que debe estar atenta a los nuevos informes sobre el huracán.
En Antigua y Barbuda, el primer ministro Baldwin Spencer, informó que el país no ha registrado hasta ese momento muertos o heridos por el paso del huracán.
El ciclón sí afectó el suministro de electricidad y agua potable, pero estos servicios, dijo Spencer, se reanudarán tan pronto como se reparen las líneas y postes que derribó el huracán.
Reportes recibidos desde Anguila dan cuenta de daños menores a la infraestructura, así como inundaciones en algunas zonas, no hay electricidad ni agua potable, mientras los vientos dejaron fuera de servicio a siete estaciones de radio, manteniéndose vigente un toque de queda.
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