Cuba: La educación especial llega a todos los necesitados

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Gracias al amor, paciencia y dedicación de los profesores, estos niños mejoran su calidad de vida.

Gracias al amor, paciencia y dedicación de los profesores, estos niños mejoran su calidad de vida.

Hasta una pequeña localidad del oriente de Cuba llega la educación especial, fruto del desvelo del estado revolucionario en preparar para la vida y la plena incorporación a la sociedad a niñas y niños con retraso mental, retardo en el desarrollo psíquico o trastornos de conducta.


Se trata del poblado de Martí, en el municipio Guáimaro, distante a unos 80 kilómetros de Camagüey, donde funciona la escuela especial Horacio Cobiellas, con una matrícula conformada por 146 niños, provenientes en su mayoría de zonas rurales y hogares con dificultades en su funcionamiento.

Allí los educandos cursan desde los primeros grados hasta culminar la enseñanza secundaria, pero por sobre todas las cosas reciben mucho amor, resultado de la abnegada y hermosa labor de un claustro conciente de que su principal misión en prodigar el mayor de los afectos a los menores.

Cuán distinto es el panorama de la educación especial en Estados Unidos, donde los alumnos con discapacidades sufren castigos físicos, práctica de la que tampoco escapan sus compañeros de aula, según denunciaron organizaciones de derechos humanos que reclaman la prohibición de esos actos represivos.

De acuerdo con la agencia de prensa EFE, un documento publicado por esas organizaciones afirma que el empleo de métodos disciplinarios de carácter físico puede agravar el problema de los menores y por tanto perjudicar su educación.

Pero resulta alarmante que a tan inhumano proceder se añade el hecho de que en 20 de los estados de la Unión norteamericana, principalmente en el sur de la nación, los castigos corporales a los educandos en las aulas son considerados legales.

El país que pretende dictar normas de conducta al mundo debería volcar su mirada hacia adentro antes de enjuiciar a otros y en lo particular empeñarse en perjudicar la imagen de Cuba, cuya limpia ejecutoria ha sido reconocida por la comunidad internacional al ser electa vicepresidente del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas(Oscar González Vázquez)