Foto: Juvenal Balán
Enviados especiales
PUERTO PRÍNCIPE, Haití.— Quizás nunca, como en la mañana de ayer, se escuchó con más emoción el nombre del Comandante en Jefe Fidel Castro en el aeropuerto internacional Toussaint Louverture, cuando 50 jóvenes graduados de la Escuela Latinoamericana de Medicina pusieron pie en la sufrida tierra haitiana. Se trataba del primer grupo de los más de 200 médicos, que ya están en La Habana y se irán sumando paulatinamente a la brigada cubana aquí.
Antes de partir hacia Croiax des Buquet, donde los esperaban un hospital de campaña y cientos de enfermos, algunos de estos muchachos conversaron con Granma. Cuenta la peruana Dania Lazo que estaba en Cuba cursando la especialidad de Médico General Integral cuando escuchó de la propuesta del Comandante en Jefe, no dudó entonces en dar el sí, y ahora solo sabe que vino a ayudar; no tiene idea, ni mucho le preocupa, el día del regreso.
Dice el argentino Emiliano Mariscal, al frente de este primer contingente, que vinieron a hacer lo que durante años le enseñaron en Cuba, a dar salud y mucho amor. "Estamos orgullosos de ser nosotros quienes comencemos esta tarea, llegamos felices y con un montón de ganas de trabajar". Mientras, el médico hondureño Luther Castillo ondea la bandera que le confiaron allá en La Habana, y comenta que tienen cinco grupos listos para venir, y todos traerán sus mochilas llenas de solidaridad.
El profesor Eladio Barcácel, asesor del rector de la ELAM, explicó que en el grupo de doctores, provenientes de más de una veintena de países, vienen algunos muchachos que están haciendo ya el tercer año de la segunda especialidad. Y aunque en los primeros momentos apoyarán la atención primaria de salud, estarán el tiempo que haga falta y harán todo lo que tengan que hacer.
El entusiasmo de los rostros jóvenes del nuevo contingente de la Brigada Médica Internacional Henry Reeve, así lo confirma.
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