Golpistas imponen toque de queda en las fronteras. El pueblo hondureño sigue movilizado
El presidente constitucional hondureño, Manuel Zelaya, expulsado a la fuerza de su país tras un golpe de Estado el pasado 28 de junio, salió este jueves desde la embajada de Honduras en Managua hacia Estelí, 149 kilómetros al norte de la capital nicaragüense, de donde este viernes viajará a la frontera hondureña para preparar el retorno a su país.
Según Telesur, la salida de Zelaya de la sede diplomática rumbo al norte de Nicaragua se produjo a las 4:15 p.m. en una caravana de automóviles en la que viajan periodistas que cubren el recorrido del mandatario.
Simultáneamente, el gobierno golpista anunció el inicio de un toque de queda en las zonas fronterizas a partir de las 6:00 de la tarde y culminará a las 6:00 de la mañana. En el resto del país continuará de la medianoche a 4:30 a.m. Dicha prohibición al tránsito nocturno de personas y vehículos, se espera que se mantendrá en el país "de conformidad como vayan los sucesos".
Previamente, en una rueda de prensa, el presidente Zelaya aseveró que, tras lo que consideró "el fracaso" de la mediación adelantada por el mandatario costarricense, Oscar Arias, el pueblo hondureño necesita su retorno al país centroamericano.
El dignatario responsabilizó a los golpistas de lo que eventualmente pudiera sucederle a él y su familia cuando crucen la frontera. "Nunca he tenido temor y sé que hay riesgos, pero quiero llegar a mi país", manifestó.
Por otra parte, varias instituciones estatales y las carreteras fueron paralizadas en Honduras como resultado de una convocatoria de las tres centrales sindicales del país que exigen la restitución de Zelaya, reportó AP.
"A nivel nacional las carreteras están bloqueadas, el país está paralizado, no hay circulación. Las instituciones del Estado están paradas", afirmó Juan Barahona, uno de los dirigentes del Frente Nacional de Resistencia contra el golpe de Estado.
Indicó que hubo bloqueos carreteros en 11 puntos del país y además tomaron los edificios del Hospital del Seguro Social, del Instituto Nacional Agrario, del Instituto de Formación Profesional y del Instituto de Energía Eléctrica.
Barahona denunció además que en el sector de Zamorano, a unos 30 kilómetros al oriente de Tegucigalpa, retenes militares revisan a las personas que se desplazan para impedir su movilización a la comunidad de Las Manos, el punto fronterizo donde se supone que ingrese Zelaya. El líder sindical responsabilizó a la policía de cualquier incidente con los manifestantes.
Un cable de Reuters señala que en esa localidad, unos 50 militares portando sus armas de combate, bloquearon el avance popular hacia la frontera de Nicaragua.
Al mismo tiempo la canciller, Patricia Rodas, llamó a la comunidad internacional a pasar de la proclama a la acción para forzar la restitución del Gobierno constitucional, señala PL.
En entrevista telefónica concedida desde Managua al diario español Público, Rodas afirmó que el logro de ese propósito dependerá de la presión mundial y de la resistencia y fuerza del pueblo hondureño. (PL)
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