Convocados por la Brigada de Instructores de Arte "José Martí", una multitud de "Meñiques" y "Nenés Traviesas" acudió en tropel a sitios vinculados de algún modo a la vida y obra del Maestro, para dedicarle cuentos, poesías, canciones y dibujos.
Cada día se aprende y, grandes y chicos, cuantos acudimos al museo que conserva la humilde morada donde el 28 de enero de 1853 le nació a Doña Leonor y Don Mariano el único varón y a la Patria el más universal de sus hijos, descubrimos que de las flores puede nacer, también, un hermoso dibujo.
Valga el asombro, pues con buganvillas y no con crayolas, pinceles o lápices de colorear, niñas y niños poblaron hojas y hojas de casas, jardines, navíos, soles, escuelas, mascotas y figuras humanas.
Las flores fueron luego reemplazadas por tizas y, en el patio de "la casita de Martí", los pequeños dibujaron banderas, rosas blancas, el libro La Edad de Oro, sonrisas de gente feliz y, una y otra vez, el rostro conocido y entrañable del Apóstol de los cubanos patriotas.
La declamación, el canto y la narración también hallaron sitio en esta mañana y los instructores de arte cumplieron tan bien su parte, que varios de sus discípulos se animaron a participar y conquistaron aplausos en el festival de poesía que por esta fecha organiza cada año el Museo Casa Natal de José Martí.
Sobran razones para repetir la experiencia y, de hecho, así sucederá, con una dimensión y alcance mayores, cuando el 25 próximo, la Brigada "José Martí" y sus más de 16 mil miembros conviertan a cada barrio de Cuba en una escuela de arte.
Instituciones culturales, proyectos comunitarios, escritores y artistas están invitados a sumarse, para hacer de esos talleres de creación y apreciación literaria, musical, teatral y de artes plásticas, un regalo al espíritu y otro homenaje de todos al Maestro. (AIN)
No hay comentarios:
Publicar un comentario