Hay una tradición finlandesa que cuenta cómo todas las partes del huevo se transformaron en cosas buenas y útiles.
La fracción inferior de la cáscara del huevo formó el firmamento, la superior de la yema tornóse el sol radiante, mientras un pedazo de la clara convirtióse en reluciente luna; toda manchita del cascarón resultó ser una estrella del firmamento; cada pedazo oscuro de la cáscara se volvió nube en el aire. Desde entonces avanzó el tiempo...
Claro que siempre con la pregunta de quien llegó primero al mundo… ¿la gallina o el huevo?
La International Egg Commission ha proclamado el día 13 de octubre como Día Mundial del Huevo. En países de todo el mundo organizan actos públicos en los que se destaca la importancia del referido alimento y sus ventajas para la nutrición y la salud.
En diversas culturas el huevo ha sido considerado el germen de la creación del Universo. Esta idea es común a celtas, griegos, egipcios, hindúes, chinos, japoneses y otros pueblos.
Para la tradición china el Caos, que dará origen al Mundo, tiene la apariencia de un huevo de gallina. Más tarde el huevo se abre y los elementos pesados forman la tierra (Ying) y los ligeros y puros forman el cielo (Yang).
El huevo aparece además en las culturas milenarias como símbolo de la renovación periódica de la Naturaleza. La idea de vuelta a la vida que representa la primavera en la tradición pagana es adoptada por la Pascua cristiana.
También este embrión confirma y promete la resurrección, el renacimiento; un volver a empezar como lo hace la Naturaleza misma.
Al margen de creencias o tradiciones, esta célula es un alimento vital para los humanos, al punto de que
Según investigadores la yema aporta fibra y carbohidratos, y su proteína está considerada la de más alto valor biológico.
Entre los suministros minerales es una excelente fuente de hierro, donde abunda fósforo, potasio y magnesio. Mientras proporciona vitamina B12, B1 (tiamina), B2 niacina o vitamina B-3, ácido fólico, vitaminas A, D y E .
También es importante para la alimentación de mujeres embarazadas, ya que facilita el correcto desarrollo del sistema nervioso central del embrión/feto, junto con el ácido fólico.
Considerado espléndido reconstituyente tras el acto amoroso para algunos y vigorizante del impulso erótico para otros, los huevos han gozado a través de los siglos de buena reputación en el amor.
Algunos países lo incorporaron como tradición en las ceremonias nupciales, al estilo de Francia en el siglo XVII, donde la novia el día de la boda rompía un huevo al entrar en su casa, para ser feliz en su nuevo estado.
En Sicilia todavía hoy el novio sigue cascando dos huevos a los pies de la novia al llegar al nuevo hogar. Ritos similares se conocen en algunas etnias de Marruecos, entre los persas y los habitantes de la isla de Java.
Dentro de este breve recuento de tradiciones y leyendas destaca la que tiene como protagonista al Huevo de Colón. Está inspirada en la ocurrencia del gran navegante cuando, después de oír a sus detractores celosos de sus descubrimientos en América, les invitó a mantener un huevo apoyado sobre uno de sus extremos.
Al ver que no lo conseguían, Colón cascó suavemente un extremo del huevo para que se sostuviera erguido. Cuando le dijeron que aquello no era difícil, contestó: "Ya lo sé, pero era necesario que a alguien se le ocurriera".(Por Onelia Chaveco, AIN)
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