Ariel B. Coya
BARACOA.— Realmente es una excelente noticia que la Vuelta cobre caché y, ante la inmutabilidad del recorrido, hoy tomen la largada en el malecón de esta ciudad hasta diez equipos foráneos entre los 23 que en definitiva animarán la carrera, con el concurso individual de 133 ciclistas.
El asunto tiene su importancia. Porque la participación extranjera realza ante todo el nivel de la competencia, y también demuestra la atracción que suscita el certamen allende los mares.
Es así como a las escuadras cubanas, encabezadas por la selección nacional del campeón Arnold Alcolea, se medirán esta vez elencos de Canadá (Spidertech), Venezuela (selección nacional y Sumiglov Mérida), México, Colombia, España (Peugeot), Holanda (Global Cycling), Alemania (Saxonia), Italia y hasta Emiratos Árabes Unidos. Que ya es mucho decir.
Así cabe destacar la presencia en el pelotón de hombres curtidos en incontables batallas como el venezolano José Alarcón (Mérida), subcampeón de la recién concluida Vuelta al Táchira; el español David Belda, monarca de la ronda de Castillo y León; y el canadiense Keven Lacombe, ganador de cinco tramos en la edición pasada del clásico cubano, en el que —conviene aclarar— la sexteta norteña se nombraba Planet Energy.
Pero ya se agotó el tiempo de las presentaciones: Baja la banderola de cuadros y arrancan los corredores. La etapa inaugural aborda nuevamente los 153 kilómetros hasta Guantánamo, con dos puertos de montaña en el empinado trayecto del viaducto La Farola. Un mar de pueblo despide a la caravana con encendidos vítores y comenzamos a vivir las primeras peripecias de otro giro que sin duda conformará un nuevo espectáculo. Un teatro deportivo que llegará, como siempre, a cada rincón del país. Solo falta que los actores estén a la altura. Una vez más.
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