QUITO, 3 de enero.— La denuncia del presidente ecuatoriano Rafael Correa, sobre una conspiración en proceso para desestabilizar al Gobierno y preparar un golpe de Estado, mantuvo hoy una amplia repercusión en los medios de prensa nacionales. Uno de los acusados por Correa, el asambleísta Gilmar Gutiérrez, ex capitán del ejército y hermano del otrora presidente y coronel, Lucio Gutiérrez; ambos dirigentes del Partido Sociedad Patriótica, retó al mandatario a mostrar pruebas de la conspiración, refiere PL.
En su cadena radiotelevisiva, Correa aseguró que "tenemos informes de inteligencia que demuestran con datos y cifras, que están incluso recibiendo ayuda, ni siquiera del gobierno de Estados Unidos, sino de organizaciones de extrema derecha de ese país".
El jefe de Estado advirtió que en las conspiraciones podrían estar involucrados ciertos miembros de las Fuerzas Armadas ligados a grupos de oposición, y señaló que la confabulación también podría expresarse en las manifestaciones anunciadas para enero.
"Esa es la nueva metodología para desestabilizar a los gobiernos progresistas que no quieren seguir con la campanita en el cuello, obedeciendo las órdenes extranjeras", dijo, tras señalar como ejemplo los correos electrónicos que circulan con infundios en los cuarteles.
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