Según los demandantes, en instalaciones de la Northwest Transfer Station varios negros sufrieron humillaciones y discriminaciones por parte de sus supervisores.
Entre los alegatos esgrimidos están la decisión de un superintendente de la entidad de preservar un local solo para blancos.
Si tratábamos de utilizarlo podíamos recibir la suspensión del puesto de trabajo, afirmó Leslie Young, uno de impulsores del proceso.
De acuerdo con el acusador, el referido lugar estaba cerrado y la llave la tenían los de origen caucásico.
La denuncia de Young y de Gibson Trowery se suma a la presentada el mes pasado en la propia Filadelfia por policías y una familia afro-norteamericana.
El 16 de julio, agentes de la populosa urbe del estado de Pennsylvania pusieron una queja contra un sitio de Internet en el cual algunos de sus colegas colocaban comentarios racistas como La armas no matan a las personas, pero las minorías peligrosas sí.
Apenas una semana antes, una familia aseguró ser víctima de prácticas discriminatorias en el Valley Club, donde a algunos menores negros se les cerró el contrato de inscripción para nadar en sus piscinas.
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