Eran todos muy jóvenes. Los cuatro habían sobrevivido a la intensa persecución desatada tras el asalto al Palacio Presidencial y Radio Reloj. Pero el dictador Fulgencio Batista y sus esbirros necesitaban calmar su saña con sangre, hasta que el 20 de abril de 1957 ejecutaron la masacre de humboldt 7.
A la distancia de 52 años de aquel doloroso suceso los universitarios cubanos siguen recordando a sus mártires, porque Fructuoso Rodríguez Pérez, Juan Pedro Carbó Serviá, Joe Westbrook Rosales y José Machado Rodríguez fueron nervio, sangre y motor de la Revolución Cubana, y se convirtieron en referentes obligatorios para las nuevas generaciones.
Al intervenir en el homenaje que se efectuó este lunes en la Universidad Agraria de La Habana Fructuoso Rodríguez (UNAH), el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular Ricardo Alarcón de Quesada se refirió al hecho de que los asesinos encontraron ayuda y protección de las administraciones norteamericanas, como otros muchos sicarios han disfrutado del amparo de esas autoridades.
«Ninguno fue extraditado a Cuba para ser juzgado. Todos tuvieron posibilidades de vivir allá impunemente como hoy lo hace Posada Carriles, quien no ha sido trasladado a Venezuela, ni tampoco juzgado en ese territorio», sostuvo; al tiempo que argumentó que el presidente de Estados Unidos tiene la potestad de aplicar la ley con relación a esos terroristas reconocidos que todavía cuentan con la ayuda oficial de ese país.
El presidente norteamericano —explicó— tiene autoridad exclusiva para poner en libertad a cualquier persona encarcelada en esa nación. Y hay cinco cubanos presos injustamente en EE.UU., que hoy reproducen el valor, la dignidad, el patriotismo de esos hermanos que en acto sangriento cayeron en Humboldt 7.
Al acto, con el cual quedaron inaugurados la Plaza Fructuoso Rodríguez y un memorial a los mártires de Humboldt 7, asistieron el doctor Juan Vela Valdés, ministro de Educación Superior; Faure Chomón, miembro del Directorio Revolucionario; Juan Miguel García Díaz, miembro del Buró provincial del Partido en La Habana; Liudmila Álamo Dueñas, segunda secretaria del Buró Nacional de la UJC; Gladys Gutiérrez, presidenta nacional de la FEU; y el doctor Gil Ramón González, rector de la Universidad Agraria de La Habana. (Yailin Orta Rivera)
Héroes sin reposo
La historia nos demuestra que es necesario detenerse en el tiempo y recordar el pasado, porque no vivimos aquellos momentos de valor en que jóvenes como nosotros lo daban todo por la Patria.
Así lo afirmó, este lunes, Raúl López Terán, vicepresidente nacional de la FEU, en el traslado de los restos de Ormani Arenado Llonch, combatiente del Directorio Revolucionario, desde su tierra natal, Pinar del Río, al Panteón de los Héroes del 13 de marzo en la Necrópolis de Colón.
José Machado Rodríguez, Juan Pedro Carbó Serviá, Fructuoso Rodríguez Pérez y Joe Westbrook Rosales se sintieron multiplicados en los estudiantes universitarios, familiares y combatientes del Directorio 13 de Marzo que les rindieron homenaje en el edificio número siete de la calle Humboldt de la capital. (Alberto Yoan Arego Pulido, estudiante de Periodismo)
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