Ambos presidentes firman el Memorando.
Los jefes de Estado acordaron profundizar el diálogo ruso-cubano a todos los niveles, incluido el máximo nivel, sobre una amplia gama de temas de la agenda internacional y de las relaciones bilaterales, a cuyo desarrollo debe contribuir el incremento del comercio de bienes y servicios, los intercambios en diferentes ramas de la actividad productiva y de los conocimientos científico-técnicos. Esta colaboración tiene el objetivo de promover el florecimiento y progreso de los dos pueblos.
Raúl Castro Ruz y Dimitri A. Medvedev constataron con satisfacción la coincidencia de posiciones respecto a la necesidad de un sistema multipolar y estable de las relaciones internacionales, que garantice el desarrollo sostenible, así como la búsqueda de vías para lograr la paz y el bienestar de la comunidad mundial.
La tercera jornada de Raúl en Rusia comenzó con el tributo a Lenin.
Reafirmaron la necesidad de un nuevo orden internacional basado en la Carta de la ONU y en las normas del derecho internacional, en los principios de respeto a la soberanía, no injerencia en los asuntos internos, de autodeterminación, igualdad soberana de los Estados, solución pacífica de las controversias y el no uso de la fuerza o amenazas de su empleo.
Rechazaron enérgicamente la imposición de medidas coercitivas unilaterales y, muy particularmente, el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los EE.UU. contra Cuba.
También rindió homenaje al Soldado Desconocido.
Las partes reiteraron su disposición de continuar desarrollando los vínculos bilaterales mediante la profundización del diálogo a todos los niveles sobre los temas internacionales y regionales, mediante el perfeccionamiento creciente de los mecanismos de consultas periódicas, la más estrecha coordinación en la ONU y en otros organismos internacionales, para contribuir al establecimiento de un orden internacional justo y equitativo, al fortalecimiento de la seguridad y la estabilidad internacional, así como a estrechar los lazos de amistad fraternal, solidarios y de colaboración multifacética.
Los Jefes de Estado declararon su más decidida condena al terrorismo en todas sus formas y manifestaciones, y reafirmaron su aspiración de fortalecer el papel central de la ONU en la lucha contra el mismo. Manifestaron la preocupación por los fuertes vínculos del terrorismo con el crimen internacional organizado, el tráfico ilegal de drogas y de armas; y subrayaron especialmente el peligro de que las armas de exterminio en masa puedan caer en manos de terroristas.
Reafirmaron la voluntad de cumplir sus obligaciones en relación con el desarme y el control de armamentos, así como coordinar sus esfuerzos con el objetivo de lograr la no proliferación, teniendo en cuenta sus legislaciones nacionales y las mencionadas obligaciones internacionales en esta materia.
Raúl Castro Ruz y Dimitri A. Medvedev manifestaron su profunda preocupación ante la actual crisis económico-financiera y expresaron su opinión de que la solución de la misma exige una profunda reforma del sistema financiero internacional, que permita establecer un orden mundial estable y justo que garantice el desarrollo sostenible y la disminución de la desigualdad social. Para garantizar lo anterior las partes acordaron actuar de manera coordinada en las organizaciones internacionales.
Reconociendo como uno de los problemas más serios de la actualidad, la proliferación ilícita de narcóticos y otras sustancias psicotrópicas, los mandatarios reafirmaron su decisión de luchar contra la producción ilegal, el tráfico y el consumo ilícitos de estos, así como los delitos relacionados, incluyendo el lavado de dinero. Subrayaron la gran importancia de coordinar acciones utilizando las posibilidades que ofrecen los acuerdos bilaterales y multilaterales dirigidos no sólo a impedir el tráfico ilegal de narcóticos, sino también a aquellos vinculados a la prevención.
Los Jefes de Estado subrayaron que el respeto a la diversidad cultural constituye una de las condiciones clave para la estabilidad internacional. En ese sentido adquiere particular importancia la ampliación del diálogo intercultural e interreligioso con el objetivo de crear posibilidades para el desarrollo armónico y el enriquecimiento mutuo de las culturas y las civilizaciones.
Las partes contribuirán a la realización de intercambios entre los órganos legislativos, ejecutivos y judiciales, y entre los representantes de diferentes organizaciones estatales y sociales.
Cuba y Rusia coadyuvarán al desempeño exitoso de la Comisión Intergubernamental, así como al de otros órganos permanentes y especiales de colaboración en la esfera del comercio, la economía, la seguridad, la colaboración técnico-militar, la protección del medio ambiente, la cultura, la educación, la ciencia y las tecnologías, y otros órganos que se considere necesario crear.
Las partes continuarán fortaleciendo la base jurídico–contractual de las relaciones bilaterales.
Firmado en Moscú, a los 30 días del mes de enero del año 2009 en dos ejemplares en idiomas español y ruso.
Raúl Castro Ruz
Presidente de los Consejos
de Estado y de Ministros
de la República de Cuba
Dimitri A. Medvedev
Presidente de la
Federación de Rusia
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